martes, 15 de junio de 2010

El Sexo ya no vende

Hasta hace poco tiempo una imagen sexual femenina en el mundo de la música era sinónimo de negocio. Se quitaban algunas prendas por ahí, se minimizaban otras por allá, se ponía una expresión que proyectaba entre deseo, dominio e inocencia, y listo, se podía aspirar a ser todo un símbolo sexual sin mucho esfuerzo.
Sin embargo los tiempos cambian, y si antes quien no enseñaba no vendía, ahora quien enseña demás vende menos, y si no que se lo pregunten a estrellas como Britney Spears, Christina Aguilera o Pink, cuyas ventas de discos han disminuido notablemente a partir de que se han excedido en su imagen sumamente sexual.

Y es que quizá el ánimo actual de la gente no se encuentra en el mejor momento para dejarse seducir por los atractivos cuerpos de estas cantantes, y prefieren poner más atención a lo que se canta en las letras que a un top transparente, una minifalda o un ajustado pantalón con la parte de atrás descubierta.
En el caso de Britney Spears, por ejemplo, las ventas de su más reciente disco, In The Zone, cayeron en relación a su anterior álbum Britney, y disminuyeron notablemente en comparación con su álbum Oops!... I did it again.

Muy por aparte de la crisis de la industria discográfica a nivel mundial, las ventas de discos de Britney han caído a partir de que su imagen se convirtió más sexual que sensual. Si bien en sus dos primeros discos (los más exitosos de su carrera mostraba una imagen sexy pero más bien moderada, en los dos últimos años eso ha ido subiendo de tono tanto en actitud como visualmente.Caso similar fue el de Christina Aguilera, que si bien a diferencia de Britney ella desde el principio de su carrera solista manejó una imagen más atrevida, a últimas fechas ha rayado en los límites de la pornografía tanto en sus atuendos como en su actitud, al grado que la mismísima reina del escándalo y la desinhibición, Madonna, le prohibió a su pequeña hija copiar los bailes de Christina.

Al parecer Christina ha notado cómo su imagen ha ido perdiendo popularidad, por lo que ya piensa suavizarla y comportarse de una forma más moderada, además de usar atuendos que dejen un poco más a la imaginación.

Por su parte, la rebelde cantante Pink también ha optado por una imagen más atrevida y se ha despojado de varias prendas, pero en lugar de darle buenos resultados le ha salido contraproducente, pues su más reciente disco, Try this no ha vendido lo que su compañía disquera esperaba.

En el lado contrario, cantantes como Alicia Keys, Norah Jones, Avril Lavigne y Amy Lee (del grupo de rock Evanescence), que si bien no descuidan del todo su imagen pero se preocupan más por el contenido de su música, han ido ganando terreno.

Para muestra, el nuevo disco de Alicia Keys, The Diary of Alicia Keys, lleva siete semanas entre los tres primeros lugares de los discos más vendidos en Estados Unidos, y a pesar de que se trata de una joven de atractiva belleza física, el público la tiene más presente por su talento que por su apariencia.

Y es que según declaraciones hechas para CNN del presidente de Ron Vos, presidente de una agencia publicitaria de North Carolina, la clave ya no está en la imagen sino en el contenido de la música.

"Las audiencias le están prestando más atención a las letras. El público se está interesando más en el contenido y en las historias y no tanto en el baile y en la diversión, y quieren que eso se refleje en los artistas".

Con todo esto, no dudemos que próximamente cantantes como Britney, Pink y Christina aparezcan más "tapaditas", y se interesen más en lo que cantan que en lo que enseñan.